LA CASA EN LLAMAS

POR: Carlos Eduardo Pérez Cárdenas.

INTRODUCCIÓN.

a educación es una de las llaves que puede abrir las puertas del futuro. De ella depende, en gran medida, que los jóvenes elijan una carrera científica, impidiendo que el desarrollo de las ciencias en nuestro país pase a la historia, o sea siga vigente, porque no podemos negar que nuestra realidad, es una realidad científico-tecnológica. La herramienta fundamental de la educación es “la escuela”, esta debe poner toda la voluntad para llevar adelante la tarea de enseñar correctamente las ciencias.

Desde hace ya mucho tiempo la ciencia se encuentra rezagada en el currículo de las escuelas primarias. Para la mayoría de los niños, la ciencia no es interesante ya que la mayoría de las cosas que se hace en el aula son de tipo memorístico, las cuales no despiertan el interés o la curiosidad en el niño, provocando que éstos se aburran y no tomen el gusto por las ciencias.

LA CASA EN LLAMAS.

En todas las escuelas y principalmente en las de educación básica la ciencia se ha dejado a un lado. En la actualidad se le da más importancia a otro tipo de asignaturas como lo son las matemáticas y el español, lo anterior porque creen que son los conocimientos que debe de tener toda persona para desenvolverse correctamente en su vida cotidiana.
Para que las ciencias se aprendan eficazmente, su enseñanza debe ser experimental, lo que ayuda a que los estudiantes se inquieten más por las materias científicas y puedan volverse parte activa en la recreación y transmisión del conocimiento. Sin embargo, muchas escuelas carecen de los recursos necesarios para desarrollar las actividades propuestas por las áreas de ciencias naturales y tecnología.

Una buena opción, en la actualidad, son las visitas a los museos interactivos de ciencias, donde la gente no sólo mira, sino que hace. Pero desafortunadamente no todos tienen acceso a ellos. Sin olvidar que son muy pocos los lugares en donde se puede tener interacción con el conocimiento, es decir, que se puede tocar a la vez que se aprende. Un ejemplo vivo en la actualidad en donde los profesores pueden lleva a cavo este objetivo importante en el estudio de las ciencias es el “papalote museo del niño”, donde los niños pueden interactuar con todas las exposiciones.

CONCLUSIÓN.

Por lo anterior, desde mi punto de vista, un buen programa de enseñanza de ciencias debería estar diseñado para ayudar a todos los alumnos a adquirir una sólida base de conocimientos y aptitudes en materia científica. Lo esencial para un buen programa de enseñanza de ciencias es lo siguiente: objetivos de aprendizaje claros y específicos para todos los alumnos; libros de texto y pruebas bien adecuados a esos objetivos; un currículo de materias bien diseñado y coherente; profesores dotados de los recursos y las aptitudes necesarias para una enseñanza efectiva; y comunidades y familias comprometidas con la consecución de los objetivos. Una vez sentadas estas bases, el éxito está al alcance de todos los centros, profesores y alumnos. No olvidando que para los niños es de gran importancia poder interactuar con la ciencia, es decir, se deben utilizar todos los sentidos (oír, tocar, ver, oler y hasta saborear si es necesario) al trabajar los contenidos de la asignatura ya que debido a su edad es lo que necesitan para poder adquirir conocimientos y gusto por el estudio de las ciencias, sea cual sea.
Podemos afirmar que hay que centrar la formación de los jóvenes en objetivos prácticos que les permitan integrarse en nuestra sociedad Científico-tecnológica, pero ello no se logra mediante la abundancia de contenidos teóricos si- no con la propia investigación y observación (experiencia) como forma de apropiarse de los conocimientos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

· Sagan, Carl (1998), "La casa en llamas", en El mundo y sus demonios. La ciencia como una luz en la oscuridad, México, SEP (Biblioteca para la actualización del maestro), pp. 374-378.